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Seguramente has escuchado, en alguna ocasión, la ya famosa frase “me lo he traído de Alemania”. Hace unos años eso suponía un caché, daba la impresión de que se sabía de coches, pero comprar coches importados de Alemania no siempre es buena idea. No es buena idea comprar coches importados, así en general, aunque siempre hay excepciones.
Comprar coches importados, si no se sabe lo que se hace y no se tiene un buen asesoramiento, es un riesgo muy grande. Es cierto que comprar coches importados de Alemania o comprar coches importados de Estados Unidos es algo tentador. Muchas veces, los precios son más bajos y además, también es posible encontrar modelos o versiones que no se venden en España. No obstante, hay cosas que se nos escapan.
Por ejemplo, conocer el historial del coche importado resulta muy difícil, los trámites en algunos países son complejos y no conocer el idioma lo vuelve todo más complicado. Por otro lado, habría que comprar a ojos cerrados, o casi, es decir, sin ver el coche en vivo a no ser que viajemos hasta allí, lo que supone perder parte de la ventaja económica.
Lo más común es comprar coches importados de Alemania, pues allí, ciertas marcas como BMW o Audi, son más baratas cuando se trata de coches de segunda mano. Las marcas hacen descuentos a sus empleados, que pueden acceder a coches de alta gama a mejor precio que aquí, lo que supone que cuando lo vendan de segunda mano, los precios sean menores. Además, hay otro detalle que debería ser uno de los principales motivos para no comprar un coche de Alemania: el kilometraje. Los alemanes hacen muchos kilómetros y a velocidades altísimas, lo que desgasta mucho los vehículos.
El hecho de comprar coches importados supone arriesgarse también a poder ser objeto de estafa. No vemos el coche en vivo, no conocemos el idioma y no podemos acceder al historial del vehículo, lo que impide saber a ciencia cierta si el vehículo ha sufrido accidentes o ha tenido un mantenimiento adecuado.
Por otro lado, en Alemania, los inviernos son muy fríos y nieva mucho. Eso obliga a echar mucha sal en las carreteras que, además de derretir la nieve, también provoca corrosión en la chapa de los coches. Si a eso le sumamos la elevada humedad ambiental, nos encontramos con coches que, de no haber cuidado como corresponde, pueden presentar mucha corrosión en su carrocería y zonas como los bajos del coche. La corrosión es muy cara de reparar.
Los coches importados de Estados Unidos también suelen ser algo bastante común. En Norteamérica, se venden coches que no tenemos en España, modelos que resultan muy exóticos e interesantes y que, de otra forma, no podremos comprar nunca. Es decir, importar coches de Estados Unidos sería la única forma de poder conducir determinados modelos.
Sin embargo, los coches importados de Estados Unidos tienen ciertos problemas, porque allí la normativa es diferente a la nuestra y cuando tengamos el coche en España, tendremos que adaptar algunas cosas y no será barato. Otro asunto serán los repuestos, que se tendrá que pedir siempre a Estados Unidos y eso puede suponer tener que esperar mucho tiempo.
Por supuesto, comprar coches importados de Estados Unidos tiene inconvenientes que también tienen los coches alemanes, como la imposibilidad de conocer el historial del coche, ser objeto de posibles estafas e incluso que el coche sufra daños durante el transporte, que luego tengamos que asumir nosotros.
Hay usuarios que, en lugar de comprar su coche en España, prefieren irse fuera. Comprar coches importados de Francia, por ejemplo, es otra de las acciones relativamente comunes dada su cercanía. Sin embargo, comprar coches importados de Francia no tiene sentido, pues se venden exactamente los mismos coches que en España y los precios apenas tienen variación. Incluso podría ser más caro si sumamos al precio final el transporte del coche hasta España y por supuesto, a rematriculación aquí.
Comprar coches importados de Francia solo es interesante cuando hablamos de coches clásicos, ya que puede darse el caso que no haya unidades de algún coche en concreto. De todas formas, los coches clásicos no son coches de venta en masa y solo los aficionados al automóvil compran esos vehículos.
En Auto Sport Moraleja llevamos muchos años en el sector de los coches de segunda mano y sabemos que lo mejor es optar por un coche nacional. En España es muy fácil conocer el historial de un vehículo, podemos saber quién ha sido su propietario o cuantos dueños ha tenido. Por ejemplo, se puede solicitar un informe a Tráfico que nos ofrecerá información sobre accidentes, propietarios y hasta las ciudades donde ha estado registrado el coche. Igualmente, se puede recurrir a CARFAX, que ofrece informes muy completos sobre cualquier vehículo que se haya matriculado en España.
Por eso, en Auto Sport Moraleja solo trabajamos con coches 100% nacionales. No aceptamos coches de importación porque no es fácil seguir el rastro del vehículo. Los coches de ocasión nacionales son 100% rastreables y se puede conocer mejor quienes han sido los propietarios, cuál ha sido el mantenimiento y cuantos kilómetros ha recorrido.