La maniobra de aparcamiento es una de las más complicadas en la conducción, sobre todo si vives en una gran ciudad. Hace unos años se inventó la solución para olvidarte de sufrir al aparcar o hacerle esos dolorosos roces a tu carrocería: las columnas no volverán a atacarte en los garajes. Te contamos como funciona esta revolucionaria tecnología.
¿Cómo funciona?
No aparca solo como anuncian ciertos fabricantes, pero casi: el conductor debe actuar manejando los pedales y las marchas, mientras que el volante se gira solo buscando el ángulo perfecto independientemente del tamaño del sitio o si es en línea o batería. Aparte de ser una tecnología perfecta sin el factor humano, nosotros solo podemos guiarnos mediante lo que tenemos delante y los retrovisores, mientras que el Park Assist tiene una vista periférica de todo el vehículo a través de cámaras o sensores.
¿Cómo obtiene esa visión el coche?
Tanto en el frontal como en la parte trasera, los vehículos equipados con este sistema tienen sensores de proximidad que nos indican la distancia a la que estamos de un obstáculo. Estos mismos elementos son capaces de buscar un espacio para aparcar e indicarnos como válido el lugar en el que, por tamaño, cabe nuestro coche.
Al accionar el botón del park assist, el coche examina los lugares más inmediatos por los que circulamos, normalmente a una distancia máxima de 1,5 metros y una velocidad de unos 30 km/h. Cuando un hueco es considerado válido, colocamos el coche en la posición que se nos indique en pantalla (suele ser en paralelo con el coche que va a quedar aparcado delante del nuestro) y simplemente nos ocuparemos de acelerar, frenar, poner 1ª y marcha atrás. El sistema se apoderará de la dirección y por medio de los sensores irá colocando el vehículo, tanto en una plaza en batería como en línea.
¿Es útil el park assist?
Con el asistente de estacionamiento no tendrás que preocuparte por el control de la dirección; solo de frenar, acelerar y cambiar de marcha.
Es francamente provechoso y práctico aportándonos las totales garantías de que podamos aparcar con seguridad o sin dañar nuestro coche y el de otras personas en un lugar en el que vaya a caber justito. También puede resultar valioso para aprender más en profundidad de qué fases y qué ángulos de giro debemos realizar durante el proceso de estacionamiento.