El Gobierno acaba de confirmar que los conductores tendremos que pagar por usar las autovías. Ha sido el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez, quien se ha encargado de decirlo en un foro en el que ha participado en Galicia, y que ha corroborado después la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, tras la reunión del Consejo de Ministros.
«No le llamaría peaje. Hablamos de que vamos a implantar un sistema de tarificación. Y no le llamaría peaje porque la gente cuando habla de peaje piensa en unas tarifas similares a las que de las autopistas que se paguen hoy. No tiene sentido que haya este vacío y que el mantenimiento y la conservación de la infraestructura se siga sufragando con los impuestos de todos los españoles que tiene necesidades más urgentes como son las políticas sociales», ha explicado Sergio Vázquez, como portavoz del Gobierno. La Ministra Raquel Sánchez ha dicho que el sistema de tarificación podría estar listo en pocos meses.
El pasado mes de mayo ya os hablamos sobre esta medida polémica cuando el Gobierno la propuso a la Comisión Europea dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. Su objetivo es que los ciudadanos paguen un peaje simbólico por el uso de autopistas y autovías para financiar la conservación de las carreteras, una medida con la que el Ejecutivo calcula que podría recibir 1.500 millones de ingresos. Podría entrar en vigor a partir del año 2024 y se habla de un coste de un céntimo por kilómetro, aunque el Ejecutivo afirma que la tarificación de la red viaria todavía está en estudio y debe consensuarse con las Comunidades Autónomas.
Tres de cada cuatro conductores se oponen a pagar por el uso de las autovías bajo ningún concepto, según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE), una opinión que también comparte firmemente el club de automovilistas. El principal motivo para mostrarse en contra es que, de hacerse realidad esta medida, el tráfico se derivará a las carreteras secundarias donde se producen el 78% de los accidentes mortales. Así opina también ocho de cada diez conductores encuestados.
No más impuestos para el conductor
El RACE opina que este nuevo intento del Gobierno a la hora de cobrar por el uso de las autovías es una medida que “volvería a cargar de problemas las espaldas y bolsillos de los conductores y, sobre todo, que los pondría en serio peligro al obligar a muchos de ellos a buscar vías alternativas y mucho más peligrosas. Los automovilistas ya aportan a las arcas del Estado más de 30.000 millones de euros en impuestos. Son vías que ya están amortizadas, los conductores ya estamos pagando por ese uso”, afirma Antonio Lucas, director de Movilidad y Seguridad Vial del RACE, quien recuerda que aportamos más que lo que recibimos en material de conservación y mantenimiento de infraestructuras. En el caso de instaurarse el pago por autovías, este agravio se convertiría en mucho peor.
Desde el RACE denuncian que en el caso de instaurarse el pago por autovías, «este agravio se convertiría en mucho peor, además de sumarse a los precios de la luz, carburantes, gasolina… subidas e impuestos que, todos juntos, suponen un ataque insostenible al sector de la automoción y a la libre movilidad de las personas».
De tener que pagar por el uso de las autovías, un 80% de los conductores las evitarían optando por circular por carreteras convencionales o vías secundarias. Un 79% de los encuestados por el RACE opina que esta situación aumentaría la accidentabilidad, en unas vías ya de por sí muy castigadas.
La AEC propone el «Bono de Movilidad«
La red de carreteras es un patrimonio valorado en 215.000 millones de euros pero con un déficit en conservación que alcanza los 7.463 millones de euros, un 5,7% más que en 2017. Desde la Asociación Española de la Carretera (AEC) llevan alertando de las consecuencias que este deterioro supone en términos económicos, medioambientales y de seguridad. «Una situación que tampoco se prevé que mejore en los próximos años, dada la limitación de los recursos públicos y la necesidad creciente de atender el gasto social (desempleo, pensiones, sanidad, educación…)», afirman en un comunicado.
La AEC lleva proponiendo desde hace una década una herramienta de financiación para todas las redes viarias, independientemente de su titularidad. Lo denomina «Bono de Movilidad» y consiste en la circulación libre y gratuita de todos los vehículos, para todas las redes de carreteras –excluyendo las vías de peaje- hasta 10.000 kilómetros anuales los vehículos ligeros, y 50.000 kilómetros los pesados (+ de 3,5t). A partir de ese kilometraje se cobraría entre 0,03 € (ligeros) y 0,10 € (pesados), respectivamente. También proponen que sea gratuito por la noche para vehículos pesados. Con los ingresos recaudados se crearía un fondo exclusivo para carreteras y transporte, gestionado por una agencia creada ‘ad hoc’.
Quedaremos a la espera sobre cómo queda finalmente este nuevo peaje que plantea el Gobierno y que parece tener más que claro.
Más siniestros en carreteras secundarias
Los datos de fallecidos y accidentes de los últimos años debido a un mayor uso de las vías secundarias en desplazamientos de proximidad, deberían hacer reflexionar al Ejecutivo, ya que es en las carreteras secundarias donde se multiplica el riesgo para las personas que se desplazan por carretera.
Aragón, Asturias y Galicia son las Comunidades con un mayor porcentaje de carreteras de riesgo elevado según el último informe EuroRAP publicado en diciembre de 2020. Este programa europeo de evaluación de riesgo en carretera tiene en cuenta la evaluación de los siniestros durante los tres últimos años, su gravedad y su relación con las características de la vía.
El mal estado de las carreteras también se refleja en el estudio que hace la Asociación Española de la Carretera (AEC) donde se concluye que obtiene la peor nota de los últimos 20 años.
A este mayor riesgo de siniestralidad se añade que el sobrecoste de los transportistas que paguen por el uso de autovías y autopistas posiblemente repercuta en los productos que compra el consumidor. “No vemos ninguna justificación en positivo en un momento de crisis en el que lo que hay que hacer es incentivar con ayudas a los usuarios que utilizan su vehículo no por placer sino por trabajo”, concluye el director de Movilidad y Seguridad Vial del RACE.
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